LLEGAMOS A XINING
Enterados del accidente de Barajas, llegamos anoche a Xining en un tranquilo” vuelo de algo más de tres horas, donde nos esperaban los organizadores del “Festival de la Moto” y nuestra “comitiva particular” con Ricard Tomás, director de “China Tierra de Aventura” nueva empresa que lo mismo organiza rutas en 4x4, en moto, travesías a pié y próximamente en bicicleta, a la que el acudirá Perico Delgado el próximo verano, con Ricard nos esperaban también Sabrina Li, relaciones públicas e intérprete, nunca más necesaria, como nos hemos dado cuenta esta mañana, y además conductora experta, así como “el Sobri”, rebautizado así por simplificar, es chino y no sabe ni palabra de inglés, es el mecánico, conductor y chico para todo (se ha puesto contentísimo con el pis de pingüinos).
En nuestra primera y larga cena en Xining, nos pusieron al corriente de la rara forma de conducir de la gente de la zona, a la que nos tenemos que acostumbrar rápidamente, aquí no se respetan los stops nunca, ni hay preferencias de paso, ¡hay que pasar como se pueda!, lo mismo que para los stops sucede con los semáforos, los pocos que hay, que no se respetan nunca, además de al estado de las carreteras y seudocarreteras; otra costumbre normal es circular en dirección contraria, en bici, o en moto, o en coche, no te molestes en hacer indicaciones, simplemente hay que esquivar.
Afortunadamente, las carreteras y pistas por las que desde mañana temprano vamos a circular tienen poquísima circulación y ya tendremos bastante con esquivar baches piedras y socavones.
Esta mañana hemos podido comprobar que estamos en pleno centro de China, esta ciudad no tiene nada que ver con Shangai, estamos rodeados de musulmanes, huis y tibetanos, así como algunos kurdos y mongoles, y el ambiente callejero es muy diferente al de los primeros días. Estamos en la capital de la provincia de Quinghai, a 2.200 m. de altitud y estación de paso en el itinerario sur de la Ruta de la Seda, donde se funden el Tïbet con las planicies orientales, y por la provincia por la que discurren los tres grandes ríos de China, los más importantes de Asia, el Amarillo, el Yan Tsé y el Mekong.
Hoy nos hemos pasado el día entero de trámites y papeleo, administración y benditos funcionarios, menos mal que está Sabrina que se las sabe todas, y Ricard con sus contactos y experiencia por estas tierras; carnet de conducir chino con fotos nuevas en tráfico porque no les gustaban las que trajimos de España, revisión en el hospital de buen estado general, certificado policial de “buena gente”, certificado de inmigración y no sé que más, casi no nos da tiempo de comprar los sacos de dormir que necesitamos para las noches en “yurts”, las tiendas de campaña de aquí.
Ya en el taller tomamos contacto con nuestra compañeras de viaje, hacemos la adjudicación de las BMW GS-800, hacemos los últimos ajustes y decoración pingüinera (banderas y pegatinas), terminamos cargando los 4x4 con toda la intendencia necesaria, tiendas, mesas, sillas, cocina y víveres para las comidas que hagamos en plena naturaleza, en alta montaña y en el desierto del Gobi.
Todo preparado para mañana, en que a primerita hora de la mañana iniciamos esta esperada ruta en moto; creemos poder contaros día a día este deseado viaje si Internet nos deja.
Enterados del accidente de Barajas, llegamos anoche a Xining en un tranquilo” vuelo de algo más de tres horas, donde nos esperaban los organizadores del “Festival de la Moto” y nuestra “comitiva particular” con Ricard Tomás, director de “China Tierra de Aventura” nueva empresa que lo mismo organiza rutas en 4x4, en moto, travesías a pié y próximamente en bicicleta, a la que el acudirá Perico Delgado el próximo verano, con Ricard nos esperaban también Sabrina Li, relaciones públicas e intérprete, nunca más necesaria, como nos hemos dado cuenta esta mañana, y además conductora experta, así como “el Sobri”, rebautizado así por simplificar, es chino y no sabe ni palabra de inglés, es el mecánico, conductor y chico para todo (se ha puesto contentísimo con el pis de pingüinos).
En nuestra primera y larga cena en Xining, nos pusieron al corriente de la rara forma de conducir de la gente de la zona, a la que nos tenemos que acostumbrar rápidamente, aquí no se respetan los stops nunca, ni hay preferencias de paso, ¡hay que pasar como se pueda!, lo mismo que para los stops sucede con los semáforos, los pocos que hay, que no se respetan nunca, además de al estado de las carreteras y seudocarreteras; otra costumbre normal es circular en dirección contraria, en bici, o en moto, o en coche, no te molestes en hacer indicaciones, simplemente hay que esquivar.
Afortunadamente, las carreteras y pistas por las que desde mañana temprano vamos a circular tienen poquísima circulación y ya tendremos bastante con esquivar baches piedras y socavones.
Esta mañana hemos podido comprobar que estamos en pleno centro de China, esta ciudad no tiene nada que ver con Shangai, estamos rodeados de musulmanes, huis y tibetanos, así como algunos kurdos y mongoles, y el ambiente callejero es muy diferente al de los primeros días. Estamos en la capital de la provincia de Quinghai, a 2.200 m. de altitud y estación de paso en el itinerario sur de la Ruta de la Seda, donde se funden el Tïbet con las planicies orientales, y por la provincia por la que discurren los tres grandes ríos de China, los más importantes de Asia, el Amarillo, el Yan Tsé y el Mekong.
Hoy nos hemos pasado el día entero de trámites y papeleo, administración y benditos funcionarios, menos mal que está Sabrina que se las sabe todas, y Ricard con sus contactos y experiencia por estas tierras; carnet de conducir chino con fotos nuevas en tráfico porque no les gustaban las que trajimos de España, revisión en el hospital de buen estado general, certificado policial de “buena gente”, certificado de inmigración y no sé que más, casi no nos da tiempo de comprar los sacos de dormir que necesitamos para las noches en “yurts”, las tiendas de campaña de aquí.
Ya en el taller tomamos contacto con nuestra compañeras de viaje, hacemos la adjudicación de las BMW GS-800, hacemos los últimos ajustes y decoración pingüinera (banderas y pegatinas), terminamos cargando los 4x4 con toda la intendencia necesaria, tiendas, mesas, sillas, cocina y víveres para las comidas que hagamos en plena naturaleza, en alta montaña y en el desierto del Gobi.
Todo preparado para mañana, en que a primerita hora de la mañana iniciamos esta esperada ruta en moto; creemos poder contaros día a día este deseado viaje si Internet nos deja.
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